Mi formación y mis competencias son específicas en el ámbito del diseño quirúrgico. He ganado las oposiciones en la Universidad de Padua y he trabajado durante tres años en el departamento de ortopedia como fotógrafa en la sala de operatoria y como ilustradora. Murano estaba demasiado cerca como para no decidir aprender el arte de trabajar el vidrio aplicado a las perlas… me ha atraído como un imán y durante tres años ha sido mi pasión.
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Luego he decidido revolucionar el trabajo del vidrio con metales preciosos. Fue mas una apuestaque una casualidad; quería hacer algo nuevo en un ámbito donde todo se había realizado desdehace tres siglos… así que he experimentado con varias técnicas de inclusión, haciendo un tesoro de los consejos que me dieron los joyeros florentinos sobre como trabajar los metales.
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Y aquí está el resultado: el vidrio se transforma en joya, aun más precioso por la firmeza diseñada por mí, realizada en oro y brillantes.
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Durante un año he pensado, planeado y realizado mi primera colección.
La joya tiene un peso considerable, pero mis nociones sobre el tema de anatomía y ergonomía me han permitido realizar un objeto extremamente equilibrado; un degradé igual y contrario que descarga el peso sobre las estructuras del cuello: la séptima vértebra cervical, la yugular, de forma que no moleste, si no que rodee con calor. De hecho, con el contacto de la piel, el vidrio se calienta y asume la misma temperatura que el cuerpo… es enteramente vidrio, temperado durante 12 horas a 500°C. Este proceso le da una resistencia especial a un material conocido por su fragilidad.
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He mirado mucho la presentación de mi propuesta; es un producto hecho a mano, hecho en Italia. Así que le he encargado a un artesano-artista que trabaja el cuero florentino la realización del estuche.
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Ha sido fundamental en encuentro con los tres fotógrafos que han interpretado KrisoViro con el espíritu creativo de TeatroMagico:
Marco Maria d’Ottavi que ha combinado mis joyas con la gracia y fuerza de las bailarinas de danza clásica.
Gian Luca Mosconi, que ha compuesto naturalezas muertas que no dejan espacio a la imaginación, pero dejan libre a la fantasía.
Alfredo Sabbatini, que ha producido tomas visionarias de una intensidad poderosa de las joyas llevadas.
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Ha salido un proyecto de cuento y de comunicación que da el merito a la calidad de mi producto: el catalogo KrisoViro con las tres campañas publicitarias.